NANO STERN Y LUCERO: LA REIVINDICACIÓN DEL ROCK LATINO

Junio 21, 2018

Con una vida de multi instrumentista y una carrera musical de más de una década en solitario, Nano Stern comienza un viaje de regreso a lo más crudo de sus raíces e inspiraciones: se apresta a lanzar su nuevo álbum, Lucero, cambiando por primera vez como solista el sonido de la guitarra acústica por la electricidad del rock.

El nombre del disco nació tras una conversación del compositor con el filósofo Gastón Soublette, en la que Stern reconoció la admiración por el libro “La Estrella de Chile” donde el escritor devela los secretos del emblema patrio. La historia relata que “la bandera original que hizo O’Higgins para la independencia estaba pensada para colgarse verticalmente como un emblema, no como una bandera y que la estrella queda entonces apuntando hacia arriba, al girarla la estrella queda apuntando directo hacia abajo. Entonces, él lo ve como una metáfora de que como sociedad hemos invertido el orden de las cuatro puntas, que es lo material, el cuerpo es el mundo, sobre y como sofocando al espíritu. Bueno, todo esto muy etéreo y esa conversación con él me motivó a mí a escribir el disco que habla de ese “Lucero” y que su significado original es anunciar un nuevo amanecer”, señaló el músico.

Este nuevo álbum está lleno de simbolismos y, sin haberlo planificado, el calendario le dio un regalo inesperado, coincide con el solsticio de invierno, La Noche de San Juan, We Tripantu o año nuevo mapuche, lo que cobra más significado para este nuevo renacer artístico.

¿Esta casualidad se verá reflejada en el escenario?

Bueno, el planteamiento total de la puesta en escena tiene que ver con eso, con el resurgimiento de la luz desde la oscuridad, y el disco tiene que ver con eso también. Va a ser de las dos noches más oscuras del año y que son como simétricas, entonces va a haber una carga simbólica también. Es un disco que parte de los símbolos y por supuesto que lo vamos a llevar pa’ allá también, pero, además, en cuanto a intensión energética de la música, también va a haber como esa vuelta a la luz.

Esta reivindicación de los emblemas ¿tiene que ver también con este giro musical que es completamente distinto a lo que hemos escuchado antes?

Sí, tampoco es completamente distinto. Yo creo que es como si tú pescas un disco mío de antes y le pones distorsión a todo, es bastante parecido. Es un disco distinto por supuesto, ya que es un power trío, mucho más acotado en su instrumentación que mis discos anteriores, que eran muy ambiciosos cómo con 35 músicos por disco. Si bien Lucero es el disco más rockero de mi catálogo, en otro sentido es el más jazzero también, porque los músicos que grabamos llevamos tiempo tocando juntos todos, como que nos sentimos muy a gusto en distintos lenguajes y eso se nota. Traemos cosas del folclore latinoamericano muchas veces, y de otros folclores también.

La primera canción, “Demasiada Información”, por ejemplo, los rockeros dicen ¡Oh es como King Crimson o Primus! Sí pero yo digo le sacai la distorsión y es como una bulería flamenca, completamente, en medio de una pasada como de vals peruano.

Lucero es la forma en que Nano Stern ha decidido reivindicar el rock latino, fusionando influencias de la música folclórica y el rock actual.

La música de raíz y la fusión está totalmente presente y, en ese sentido, cuando empezamos a trabajar el disco, antes de hablarlo con nadie pensaba ¡Qué penca que uno dice rock latino y en lo primero que piensa es en Maná! Tú decí ¿Qué weá? Siendo que es un concepto que puede abarcar tanto desde Los Jaivas y Congreso que también es Rock Latinoamericano pero que hoy también se puede seguir revisitando, se puede seguir explorando de otras maneras sin hacer caso omiso de, por ejemplo, Jack White y la revolución que él ha implicado en el mundo de la guitarra y del rock ¿Cachai? Hablo de él en particular porque es súper crudo y directamente en contacto con la tierra, entonces por ahí va la búsqueda. También Spinetta en su etapa más rockera es una influencia muy fuerte en este disco que no sé si se nota tanto, pero para mí en el proceso de hacerlo estuvo muy presente ese rollo.

El sonido latinoamericano se nota más explícitamente con el cover a Inti Illimani ¿Por qué elegiste Samba Lando?   

Sí, bueno ahí yo quise tender un puente con La Nueva Canción Chilena eligiendo una canción emblemática. Estaba entre Los Momentos, Todos Juntos, Samba Lando y El Pueblo Unido, pero al final Samba Lando ganó por goleada y era la que tenía que ser, porque es una canción que habla de la esclavitud de los negros, que es algo que ahora en Chile está mucho más vivo que nunca, incluso que cuando se escribió. La canción tenía una connotación más política que racial en su momento, pero hoy se da vuelta y nos habla de una manera quizás mucho menos simbólica y más directa, o sea los negros, la esclavitud y los negreros es algo que sucede a nuestro alrededor en Chile y de lo cual no nos estamos haciendo cargo, yo siento que estamos en medio de una explosión de xenofobia y racismo, que hace que esa canción adquiera un tono mucho más rabioso que el que tiene en el disco.

El giro hacia el Rock ha sido una decisión tomada de manera visceral y consiente, el músico ha decidido abrirse a otro público y ha sido un viaje muy diferente a los anteriores, significó un proceso más energético ¿Cómo te sentiste haciendo este disco?

Muy, muy, muy hiperventilado. Yo soy hiperventilado y ansioso, inquieto, pero en particular por la energía de las canciones y por el proceso que fue muy rápido, muy condensado. Estaba con un nivel de adrenalina absolutamente fuera de la escala y después quedé súper damnificado a todos los niveles: espiritual, emocional y sobre todo físicamente quedé deshecho; tuve que ir al doctor, a varios, porque todo fue una entrega, una catarsis muy heavy y suena. El disco suena súper crudo y yo claro no tengo idea cómo lo va a recibir el público que está acostumbrado a mis canciones más piola, pero no me puedo frenar en mis propios procesos creativos por lo qué van a decir al respecto.

Tras este desgaste generado por la grabación de Lucero y las constantes giras desde el lanzamiento de Mil 500 vueltas desde 2015, el músico espera tomarse un respiro y que, a pesar de tener muchas ideas en mente, no trabajará en ellas para enfocarse en otros proyectos. Hará una pausa para trabajar en un registro con el que viajará por el país investigando y recopilando los últimos vestigios de la música de raíz. A esto se suma su afición por la escritura, por lo que desea publicar un libro de sonetos y décimas antes de lanzar un nuevo disco. Vaticina que el próximo podría ver la luz el segundo semestre de 2019 o en 2020; dice no tener apuro, pero tal vez su ansiedad traicione sus palabras.

Nano Stern lanza Lucero el 23 de junio en el Teatro La Cúpula, más info en Agenda.

 


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